Enoturismo

Un aspecto de especial importancia para el éxito del desarrollo enoturístico es la calidad de los equipamientos turísticos de los que dispone el destino. Es preciso tener la capacidad de dar respuesta y satisfacer las expectativas de los enoturistas.

Más allá de los valores arquitectónicos de las bodegas o de la variedad y riqueza del patrimonio ecológico y natural, en el turismo del vino de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal es esencial el factor anfitrión de sus bodegueros.  

Hacer vino no es muy difícil pero hacer buen vino de cada cosecha es una proeza y ese reto fornece a los bodegueros de un carácter especial, que conoce el valor del esfuerzo y el trabajo bien hecho; pero también la necesidad del descanso y aliento que aporta una taza de vino. Y son capaces de compartirlo con los viajeros y visitantes.

El vino junta, serena e inspira. El vino es conversación, diálogo y convivencia, porque todos los vinos tienen algo que decir y cada uno tiene su propio estilo; y los bodegueros son los que mejor pueden interpretarlos.

Disfrutar de una copa de vino, con un paisaje único y una charla siempre agradable es uno de esos momentos que nunca se olvidan. Es uno de esos días en los que uno deja atrás los problemas y su única preocupación es disfrutar el momento con los amigos, una excelente comida y sobre todo un buen vino.

El vino es un acompañante perfecto en todos los momentos importantes de la vida. Desde que se descorcha una botella hasta que el vino es saboreado como un bálsamo contra la rutina y la monotonía. Pero, como cualquier bodeguero puede recomendar, hay que hacerlo con calma porque beber vino de forma moderada produce más placer y durante más tiempo.